Cómo ayudar a un familiar adicto

Artículo para la Revista La fuente (02)

El tema de las drogas nos asusta, asombra, atemoriza y nos horroriza cuando escuchamos las noticias por la tele. Pero, cuando las drogas alcanzan a nosotros o a las personas de nuestra familia el sentimiento es diferente. A menudo, al descubrir que un familiar está involucrado con drogas, la primera reacción es la negación, recusase creer y aceptar la realidad, sigue los sentimientos de angustia, vergüenza, miedo, desesperación, rabia. Después de la negociación, la aceptación, hasta llegar al enfrentamiento.

¿Qué hacer ante una sospecha de consumo de drogas? 

Si tenemos la sospecha lo más importante es intervenir pronto, ya que la detección prematura y la intervención evitan que la adicción se establezca y puede evitar las complicaciones asociadas al consumo facilitando la recuperación.

Comience por buscar ayuda profesional, de especialistas en adicciones, médicos, psicólogos y psiquiatras, los Centros de Atención Psicosocial de Alcohol y Drogas, público o privado, Grupos de Apoyo o autoayuda y Asociación de Alcohólicos Anónimos (AAA) Narcóticos Anónimos (NA). También puedes intentar un grupo de ayuda en tu iglesia. Si el caso es muy grave, busque una Clínica de Rehabilitación o Comunidad Terapéutica(CT).

La participación de la familia en el proceso de recuperación es fundamental. Todos los involucrados, que de una u otra manera buscan ayudar a alguien, deben prepararse para recibir orientación, a conocerlo a fondo cómo funciona el proceso de esta enfermedad para entender y colaborar en cómo lidiar con el adicto y también con sus propios sentimientos.

¿Qué medidas se deben tomar?

El diálogo abierto y acogedor es muy importante. Evite la confrontación. Gritar, pelearse y amenazar con la hospitalización son acciones que pueden empeorar el problema y dificultar aún más el diálogo. Tan pronto como se confirme que la persona está consumiendo drogas, es importante que lo remitan a una cita con un especialista en dependencia química, terapeuta, psicólogo o psiquiatra para evaluar su grado de envolvimiento con la droga y sus consecuencias.

Algunas Sugerencias:

  • Busque el momento adecuado para hablar. Lo mejor es dejar pasar los primeros momentos de desesperación y alteración de ánimos. Demonstrar la preocupación y no el enojo frente al tema.
  • Es mejor enfrentar los hechos con honestidad. Háblale de que estás enterado/a de su consumo de drogas, de las consecuencias negativas y de que existen algunas soluciones.
  • No intentes convencer a un adicto de que abandone las drogas cuando está intoxicado. Sepas que las ganas de seguir consumiendo por parte de un adicto, van a ser más fuertes que los regaños, súplicas o lágrimas de sus seres queridos que intentan convencerle de que abandone este camino.
  • Los sentimientos de culpa que tienen los impulsan a tratar de arreglar o manipular todo a su favor y así evitar las consecuencias de sus actos de mal juicio. Procure hablarle cuando observe que ya pasaron los efectos de las drogas y menciónale lo que pasó durante la intoxicación, señalándole que necesita ayuda y animándole a que la reciba cuanto antes.
  • Procurar trasmitir una actitud comprensiva de ayuda, donde sientan apoyados. No juzgar, no dramatizar con el fin de crear un clima de diálogo donde no existan ni víctimas ni culpables. Evite una actitud recriminatoria.
  • Preguntar, escuchar y mostrar interés por las razones que su hijo manifieste como causa del consumo. Conocer la situación real del problema. Valorar su importancia y saber exactamente qué tipo, tiempo y frecuencia de consumo se trata.
  • Ponle límites a su capacidad destructiva y haz que respete el hogar, sus bienes materiales, sus reglas y tradiciones. Establecer una serie de consecuencias coherentes con las normas familiares. Buscar soluciones en conjunto para alcanzar un acuerdo que dificulten el mantenimiento del consumo. Los acuerdos no deben estar basados exclusivamente en prohibiciones y sí en argumentos y reflexiones.
  • Permítele que enfrente y arregle las consecuencias negativas de sus actos. Si le solucionas todas las confusiones en que acostumbra involucrarse, nunca solicitará la ayuda que requiere.
  • Aunque difícil para muchos padres, lo más indicado es negarle la entrada a casa cuando está intoxicado/a y prohibirle que tenga las drogas o que las consuma dentro del hogar.
  • Es muy importante mostrar afecto incondicional. Dedicarle más tiempo y prestarle más atención, principalmente cuando no esté en consumo.
  • Programar actividades conjuntas que lo haga percibir que hace parte de la familia.
  • Es importante que no nos alarmemos injustificadamente. Pero, debemos expresar desaprobación ante las conductas de riesgos y firmeza. No debemos negar la evidencia, ocultar informaciones, encubrir y creer que es algo se puede solucionarse solo.
  • Si en la familia existe problemas de comunicación, gestión de conflictos y afectividad o dificultades en se cumplir las reglas de convivencia familiar es recomendable buscar el auxilio de un profesional especialista en adicciones, que ayude establecer el dialogo entre las partes para que puedan tratar el tema de manera eficaz.
  • No dude; busque ayuda de inmediato. Cuanto antes consiga ayuda, menos probable será que el uso de drogas de su hijo se convierta en abuso de las drogas y adicción.

En cuanto a los familiares, es importantísimo que también sean guiados por un terapeuta familiar especializado en dependencia química, ya que el problema con las drogas afecta a toda la estructura familiar y social y enferma, no solamente a las personas que las usan, sino a toda la familia. Puede desarrollar síntomas de disfunción, un sistema de conductas que apoyan al desarrollo de la adicción, la cual llamamos codependencia, que es una enfermedad de la familia o de las personas íntimas de la persona afectada por la adicción.

Pr. Henrique E. Rogalsky e Pra. Geny Bonan Rogalsky

Brasileños, Casados hace 34 años y tienen un hijo Rafael (23) que estudia en Brasil. Actualmente Henrique y Geny viven en Itacurubi de la Cordillera, trabajan en la Comunidad Terapéutica El Camino, para tratamiento de adicciones. Ambos formados por Cruz Azul en Coordinador y Monitor en Dependencia Química y Comunidad Terapéutica. Pr Henrique está como Director, Licenciado en Teología, Maestría en Cuidado Pastoral y Consejería Familiar. Especialización en Clínica Pastoral, Liderazgo por Haggay. Actuó como Pastor de Iglesia, Coordinador de varios proyectos, Director de Orfanato, Enseñanza religiosa y Capellán escolar, Superintendente de Capellanía hospitalaria. Pra. Geny Coordinadora la parte espiritual de la Comunidad Terapéutica. Licenciada en Teología, Capacitación en Consejería y Clínica Pastoral, Asesoramiento Pastoral en Área de Salud, Gestión y Liderazgo.