La adicción, considerada por la Organización Mundial de Salud, OMS, como una enfermedad, que altera el Sistema Nervioso Central, el funcionamiento cerebral, neurológico, el correcto desarrollo intelectual, afectivo, comportamental, social y mental del adicto. Es una enfermedad crónica, grave y con un índice alto de mortalidad, pero es una enfermedad tratable y con un tratamiento eficaz puede lograr que la persona deje de consumir y cambie su conducta adictiva, recuperándose en cada uno de los aspectos de su vida personal, social, familiar y profesional.
La intervención precoz reduce el riesgo de que aparezcan otras comorbilidades por el uso de las sustancias o agravien las preexistentes.
No existe una modalidad única de tratamiento de la adicción. Entre las modalidades de tratamiento adoptadas, las más utilizadas son las internaciones voluntarias e involuntarias en ambientes controlados en Clínicas de desintoxicación, en las Comunidades Terapéuticas (CT), como de forma ambulatoria, con psicólogos o psiquiatras, en centros de atención psicosocial para el alcohol y otras drogas y la participación de Grupos de Apoyo o Autoayuda, Los AA (Alcohólicos Anónimos) y los NA (Narcóticos Anónimos) o en Grupos religiosos.
Lo más recomendable es buscar un diagnóstico profesional, realizado por un equipo multidisciplinario de especialistas en adicciones que atiendan las complicaciones médicas, psiquiátricas, psicológicas, sociales y espirituales. Este equipo aplicará el tratamiento adaptado a la persona y a la sustancia de consumo, pues cada droga tiene sus propias características y consecuencias, como el tiempo de consumo y la fase en que encontrase el afectado, que es progresiva. Tenemos diferentes tipos de consumidores de drogas: consumidor experimental, consumidor ocasional, el consumidor habitual, dependiente y el consumidor compulsivo, el adicto.
El tratamiento de rehabilitación consiste en cuatro fases: desintoxicación, deshabituación, rehabilitación y resocialización.
- Desintoxicación: busca que el organismo del adicto quede libre de los efectos de las drogas, por acción, como por la abstinencia. Si el consumo es considerable tiene que ser hecha en Clínicas psiquiátricas o centros de rehabilitaciones especializados por las reacciones causadas por la ausencia de la droga, ansiedad, irritabilidad, insomnio, nerviosismo, angustia, desgano, surtos psicóticos, síntomas cardiovasculares como taquicardia, aumento de la tensión arterial, aumento de la frecuencia respiratoria, que pueden complicarse hasta el coma y la muerte por falla cardíaca.
- Deshabituación: aplicar métodos de cambios de conductas para romper las conductas adictivas.
- Rehabilitación: trabaja la psicoeducación de las emociones, cambiar el sistema de valores frente a las adversidades. Se aprende a valorar a sí mismo, a la familia o su grupo de convivencia. Se trabaja con la espiritualidad en búsqueda de una relación personal con Dios.
- Resocialización: fase donde irá elaborar proyectos personales para reintegrarse en la sociedad y prevención a la recaída.
¿Cómo diagnosticar?
La adicción caracterizase por la pérdida de control en el consumo de una o varias sustancias. Cuando la persona consume una sustancia y éste consumo aumenta trayendo problemas de horarios y hábitos, mentiras e inúmeras promesas de abandonar el consumo incumplidas, podemos decir que estamos delante un trastorno por adicción.
¿Cómo actuar ante éste problema?
Lo más recomendable es buscar un diagnóstico profesional. Por tratarse de una enfermedad que altera el funcionamiento cerebral, neurológico y comportamental, solamente la fuerza de voluntad no es suficiente, pues la primera cosa que hace esta enfermedad es eliminar la fuerza de voluntad. Es necesario un tratamiento eficaz para poder lograr que el adicto deje de consumir y cambie su conducta adictiva.
¿Cuándo es recomendable una internación?
Se interna cuando, a pesar de tener el deseo de dejar el consumo de drogas no logra hacerlo solo, por la presencia compulsiva y obsesiva de consumir la droga y presentar continuas recaídas. Se aplica cuando el tratamiento ambulatorial no tuvo efectos y el entorno social en el que vive el afectado no facilita su rehabilitación por ser un ambiente facilitador del consumo de drogas.
Es normal que el adicto se oponga a tratarse, negando la necesidad de tratamiento. Piensa realmente que él consigue manejar solo y cuando lo antojes, pero esto no es cierto, necesita auxilio.
Si hay negación por parte de la persona en recibir ayuda por considerar que su consumo no es tan grave y prejudicial, es necesario hacerle consciente de los riesgos físicos, psicológicos, mentales y sociales a que está sometida de corto y largo plazo y de que es importante seguir un tratamiento especializado, conforme a la fase que se encuentra y de la droga utilizada. En estos casos no hay que desistir, hay que buscar ayuda profesional especializada en adicciones para una intervención estratégica que hace con que el adicto se dé cuenta de su problemática y pida ayuda.
Pr. Henrique E. Rogalsky e Pra. Geny Bonan Rogalsky
Brasileños, Casados hace 34 años y tienen un hijo Rafael (23) que estudia en Brasil. Actualmente Henrique y Geny viven en Itacurubi de la Cordillera, trabajan en la Comunidad Terapéutica El Camino, para tratamiento de adicciones. Ambos formados por Cruz Azul en Coordinador y Monitor en Dependencia Química y Comunidad Terapéutica. Pr Henrique está como Director, Licenciado en Teología, Maestría en Cuidado Pastoral y Consejería Familiar. Especialización en Clínica Pastoral, Liderazgo por Haggay. Actuó como Pastor de Iglesia, Coordinador de varios proyectos, Director de Orfanato, Enseñanza religiosa y Capellán escolar, Superintendente de Capellanía hospitalaria. Pra. Geny Coordinadora la parte espiritual de la Comunidad Terapéutica. Licenciada en Teología, Capacitación en Consejería y Clínica Pastoral, Asesoramiento Pastoral en Área de Salud, Gestión y Liderazgo.